En el C.E.I.P. Profesor Enrique Tierno Galván se ha aumentado para el curso que viene el número de líneas de cuatro a seis en primero de educación infantil. Es decir, donde este curso había 100 plazas, se meterán en el curso que viene 150 niños de 3 años. Cuando se pregunta en secretaría de este colegio cómo van a apañarse con tantos niños en el comedor, nos confiesan a título personal que no saben cómo lo van a hacer: "Del comedor ni me hables".
Pero la masificación no es el único problema: Al matricular a sus hijos e hijas en este colegio, algunos de los padres se llevan la sorpresa de que en la copia de la matrícula no les ponen el sello del colegio Tierno Galván, sino de otro colegio. Además, de palabra les dicen en secretaría que sus hijos, el año que viene, no podrán quedarse en el Tierno Galván, sino que irán a un nuevo colegio, el de Soliva. Este colegio estará situado en la intersección de las calles Alicia Alonso y Navarro Ledesma (ver noticia en el diario SUR). En resumen: no sólo nos dan un colegio a 3 Km de nuestro domicilio, sino que además nos lo dan de forma provisional: el año que viene irá a otro de nueva creación que estará un poquito más lejos.
La fórmula ofrecida por Educación: lejanía al domicilio + provisionalidad no parece el mejor escenario para "favorecer la adaptación del niño al nuevo contexto escolar de un modo positivo y gratificante", como dice la circular que nos dan al matricularlo.
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